Lo prometido es deuda. En el análisis de “Fighting Warriors” os comenté que os hablaría en breve de este videojuego, así que vamos a entrar en faena.
Este videojuego visto hoy en día puede causar una primera impresión algo desconcertante. Pero, asumido el primer impacto, resulta sencillo volverse a sumergir en uno de los mejores simuladores de boxeo que se hicieron para los microordenadores de 8 bits.
Los gráficos eran grandes y llamativos , el movimiento, actualmente, resulta algo mecánico y rígido, pero en su momento nos parecía adecuado; así como la velocidad.
El momento cumbre es cuando hay un intercambio de golpes y el público ruge y los flashes de las cámaras fotográficas aparecen.
Lo mejor del videojuego eran las opciones. Podías elegir a tu personaje, tantos las características físicas —color del pelo, la piel y calzón—, como el tipo de boxeador que iba a ser. También, antes de disputar el combate, podías repartir los días que quedaban a las distintas disciplinas de entrenamiento, según las cualidades de tu boxeador. Si tu boxeador era fuerte, pero lento, podías trabajar la velocidad; y viceversa. A medida que ganabas combate ibas avanzando en la clasificación.
Al igual que en los demás videojuegos deportivos —Match day II, Match point, por poner un par de ejemplos— la jugabiliadad aumenta a modo dos jugadores. Antológicos los combates que mi hermano y yo disputábamos aquellas calurosas tardes de verano en las que no teníamos mucho más que hacer.
De todas formas, si queréis un emulador gratis y no sabéis cual, mirad este enlace de los compañeros de Amstrad Esp -uno de los mejores sitios para saber más del Amstrad y donde podréis encontrar gran variedad de títulos clásicos y nuevos; sí, la escena retro está viva, aunque cada vez más parada en el caso concreto de Amstrad.
En caso, de que no sepáis o tengáis alguna duda o curiosidad al respecto, decidmelo en los comentarios, y os aclararé todo lo que esté en mi mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario