martes, 10 de abril de 2012

Cintas de casete (o cassette)



A los que vivimos nuestra infancia y adolescencia rodeados de cintas de casete —ya fuera para escuchar música o para jugar a los videojuegos— nos cuesta olvidar el encanto de los objetos de aquella inolvidable época, donde uno rebobinaba con un bolígrafo Bic, cuando no tenía nada mejor a mano o, simplemente, para no desgastar los cabezales del reproductor.

Ahora los videojuegos se editan en CDs o directamente permanecen en el limbo de la memoria de los discos duros. Pero hubo una época donde los videojuegos se guardaban en casetes, los tiempos de carga eran eternos y además, si había más de un videojuego, tenías que buscar el inicio del mismo usando como referencia el sonido que producía la cinta.


Pongo esta entrada, porque me parece importante no olvidar el pasado. Y sé, de primera mano, que hay niños y adolescentes que no saben lo que es un casete.
Es cierto que eran productos perecederos, condenados al desgaste y, por lo tanto, a no sobrevivir al paso del tiempo… pero, a mí, qué queréis que os diga, me encantaban.