domingo, 20 de mayo de 2012

Audiolibro: "La caída del rey Bufón"



En la presentación de Madrid  de "La caída del rey Bufón", realizada en la maravillosa librería Burma -cuyos responsables nos colmaron de atenciones; y que todo aquel que guste de la buena literatura y del cómic europeo debería visitar-, le comenté al actor encargado de dramatizar la novela, después de oír un teaser del audiolibro, que sonaba mejor que en mi cabeza; y no exageraba. Sinceramente quedé impresionado cuando pude escuchar cómo habían adaptado mis palabras al audiolibro.

No esperaba un trabajo tan profesional y emotivo, porque no tenía un referente. Cómo iba a imaginar que mis colaboradores eran maestros en sus respectivas disciplinas.

Daniel Peña ha sido capaz de ponerme la piel de gallina con su voz; resulta increíble la infinidad de registros vocales que maneja y la emoción que transmite. Yo creí que haría una locución más o menos aparente, no una narración tan a flor de piel. Es un actor de doblaje con mayúsculas.

Manuel Santapau ha compuesto una banda sonora fascinante y evocadora -cada uno de los personajes tiene su propia partitura-; y ha podido contar con su compañero de grupo y todo un virtuoso del violín: Juan Carlos Navarro Gimeno. Más de cinco horas de música.

El audiolibro ha sido el regalo inesperado, no esperaba encontrarme con algo así. Quizá sea esta una de las nuevas formas que debe adoptar la literatura en estos tiempos de constantes cambios e incertidumbre.

Joseph, mi editor, ha tenido el acierto de reunir a un actor y dos músicos excepcionales, quienes se han dejado literalmente la piel para sacar adelante el audiolibro.

Y no hablo por hablar. Quien quiera comprobar la veracidad de mis palabras, solo tiene que escuchar el teaser de esta entrada.

"La caída del rey Bufón" ya no es mi obra, compañeros; ha crecido demasiado. Ahora es también vuestra. Daniel Peña, Manuel Santapau y Juan Carlos Navarro Gimeno son tan autores como yo.

Gracias por tomar mis palabras y elevarlo a la máxima potencia. No solo habéis sabido captar el subtexto de la novela, sino que la habéis hecho parecer mejor de lo que es en realidad.

Ahora, solo falta que, vosotros lectores, le deis una oportunidad al libro o al audiolibro –o ambos, pues se complementan a la perfección- y los compréis para comprobar de primera mano de qué os hablo.