LA EXCEPCIÓN QUE CONFIRMA LA REGLA
Por
lo visto en los trailers -los cuales no le hacen ninguna justicia al
filme- y por ser un remake de una película de culto, uno no podría
más que esperar otro remake mediocre, cuya única virtud sea la de
inducirte a ver el original para reconciliarte con la historia. Pues
nada más lejos de la realidad. “Total Recall” es una película
enérgica, con entidad propia, que te deja sin aliento; entretenida y
directa; dirigida con un pulso narrativo y un ritmo trepidante, así
como una planificación técnica sobresaliente a la hora de encarar
las escenas de acción; aunque a veces peca de los mismos excesos que
“Minority Report”.
Uno
de los puntos fuertes de esta revisión del clásico de Paul
Verhoeven es la excelente ambientación, deudora de los maestros del
cómic de ciencia ficción europeo y el manga apocalíptico y
futurista. Obviamente, la película también está muy influida por
el ambiente tétrico y melancólico de “Blade Runner” -que ya
bebía de las mismas fuentes- y la citada “Minority Report”.
En
contra, podemos decir que el guion de “Total Recall” es algo
forzado, tendiendo los personajes a explicar más de la cuenta en sus
diálogos, en lugar de mostrárnoslo; por ejemplo: el personaje de
Colin Farrell le cuenta a su amigo que está hastiado, pero ese
sentimiento no se transmite en imágenes. El final de la trama es
poco atrevido y complaciente. El argumento amaga con golpearnos en la
boca del estómago varias veces, con giros y resoluciones tan
inesperadas como brutales, pero director y guionista se muestran
demasiado cautos y condescendientes con sus personajes como para
llevar sus decisiones hasta sus últimas consecuencias -la tragedia
no puede entenderse a medio gas; una pena que en Hollywood no se den
por enterados-. Chirría un poco el hecho de que el protagonista se
sienta miserable encontrándose casado con una bellísima mujer
-aunque eso ya ocurría en la original-. La historia hubiese ganado
en realismo sucio con un reparto femenino compuesto por actrices que
no tuviesen aspecto de modelo maquilladas para seguir estando
preciosas a pesar de las circunstancias. Y ojo, que ellas no están
mal -mejor Kate Beckinsale, en su papel de esposa convertida en
implacable perseguidora de su marido, que su némesis: Jessica Biel,
que ejerce de sacrificada compañera rebelde de Colin Farrell -quien
cumple con sus dos roles de forma más que correcta.
Otro
de los puntos negros del filme es que en algunos momentos se hacen
concesiones al cine más comercial: recreándose en los efectos
especiales; alargando en exceso alguna secuencia de acción;
reduciendo el desarrollo de personajes a la mínima expresión;
evitando, una vez comienzan las hostilidades, intercalar escenas
pausadas -las cuales son vitales para que el espectador respire y
lograr que las secuencias trepidantes no pierdan fuelle a medida que
se suceden...
Aun
con todos sus defectos, la película no se resiente; los conceptos
innovadores -el ascensor que atraviesa el mundo de lado a lado es
todo un hallazgo- y las secuencias brillantes predominan sobre los
aspectos negativos.