lunes, 20 de febrero de 2012

“Mercenario” o " Who Dares Wins II", versión para Amstrad CPC 464


Tenía el recuerdo de que lo disfruté muchísimo cuando pude jugarlo un par de tardes en mi Amstrad CPC 464, gracias a que un amigo tuvo la amabilidad de prestármelo para que lo probara. Detalle que se agradece, pues en aquella época era corriente que dejaras un videojuego y no lo volvieras a recuperar nunca. En mi caso, era bastante respetuoso en lo que se refiere a devolver las cosas que me dejaban, y más siendo original. En aquella época, un videojuego te podía costar más de dos mil quinientas pesetas.

Debido a que los videojuegos eran muy caros, los usuarios de los microordenadores —la mayoría con el único poder adquisitivo que les permitía la asignación de sus padres— solo podían jugar a nuevos videojuegos mediante el intercambio entre compañeros o —aunque ninguno sabíamos que estuviéramos haciendo algo malo— comprando una copia pirata, las cuales rondaban las cuatrocientas pesetas.

Pero dejemos el tema de la piratería y de los precios de los videojuegos para otro artículo, y centrémonos en “Mercenario”.

Como la copia original del videojuego la devolví en seguida y las posibilidades de comprarlo no existían, no volví a jugar nunca más a "Mercenario".  Aunque, por entonces, no le di mucha importancia, porque estaba enganchadísimo al “Ikari Warriors”, de idéntica temática.

Pero pasado los años —más de veinte—, y al cerciorarme de que aún hoy lo guardo en mi memoria como uno de aquellos maravillosos videojuegos que me cautivaron de niño —aunque lo jugara poco—, decidí tratar de recuperarlo y comprobar, después, cómo había envejecido.

Me costó muchísimo dar con él. Y el motivo de que su búsqueda fuera tan ardua, no fue otro que, en España, se publicó con el título de “Mercenario”, de la mano de “MicroByte”, mientras que internacionalmente salio como “Who Dares Wins II”, creado por “Alligata Software”, en 1986. Así que, como me empeñé en buscarlo como "Mercenario" por Internet, no logré nada, hasta que descubrí que, en realidad, se titulaba "Who Dares Wins II".

No sé por qué se cambió el título en España, me imagino que sería una mera estrategia de marketing. Tampoco sé si fue una conversión de máquina recreativa y si tuvo una primera entrega, porque la información acerca de este videojuego en Internet es casi inexistente.

Aparte del videojuego, lo que recordaba era la carátula. Pues me parecía una portada muy vistosa y atractiva, de las que despiertan en deseo de adquirir el producto y poder jugarlo. Vista hoy, se resiente un poco. He de reconocer que no es una maravilla de ilustración. La verdad es que bastante pobre técnicamente. Basta contemplar una carátula ilustrada por el maestro Azpiriz, para darse cuenta de que esta es bastante floja. Pero a mí, no sé muy bien por qué, la carátula me gustaba y me atraía.

“Mercenario” es un videojuego en la línea de “Ikari Warriors” y “Commando”, con los que comparte muchos puntos en común. Aún así, me parece un videojuego infinitamente mejor que “Commando” –me refiero a las versiones para ordenadores de 8 bits, no a la recreativa- y jugado hoy —si no fuera porque no existe el modo dos jugadores— podría rivalizar con “Ikari Warriors”.

Además, “Mercenario” introduce una interesante innovación, respecto a los dos anteriores; y es la posibilidad de rescatar a tus compañeros, antes de que sean fusilados por el enemigo. 


Los gráficos son pequeños, pero están bien definidos y su diseño es llamativo; sobre todo nuestro héroe, que se aleja del aspecto convencional que solían tener los atuendos de los demás protagonistas de este subgénero bélico, que tuvo su época de esplendor a finales de los ochenta.

La perspectiva es cenital, como en “Ikari Warriors” y “Commando”.

Los fondos están bastante detallados, al contrario que ocurría, por ejemplo, en “Commando”.

No existe Scroll vertical. Tenemos que completar cada pantalla, exterminado a todos nuestros enemigos, y salvando a todos los compañeros que podamos, para poder completar cada misión y enfrentarnos a un nuevo reto.

Los escenarios van cambiando, y complicándose, a medida que logramos superar niveles. El ambiente bélico está muy logrado.

Me ha llamado la atención, jugado hoy, lo adictivo que resulta este videojuego y lo rápido y sencillo que es. Lo que no quiere decir que sea un videojuego simple, sino que los controles y la dinámica de juego son fáciles de asimilar.

Podemos disparar con nuestras metralletas o tirar granadas —pulsando el botón de disparo durante un tiempo—; y como ocurre en este tipo de videojuegos, no gozamos de armamento ilimitado. Tanto nuestros cargadores como nuestro suministro se agotan, y tenemos que renovarlo, gracias a las cajas de suministros que irán apareciendo por las pantallas.



De todas formas, si queréis un emulador gratis y no sabéis cual, mirad este enlace de los compañeros de Amstrad Esp -uno de los mejores sitios para saber más del Amstrad y donde podréis encontrar gran variedad de títulos clásicos y nuevos; sí, la escena retro está viva, aunque cada vez más parada en el caso concreto de Amstrad.

En caso, de que no sepáis o tengáis alguna duda o curiosidad al respecto, decidmelo en los comentarios, y os aclararé todo lo que esté en mi mano.