Carátula original |
Otra
vez vuelve a la palestra “Dinamic”. Y lo hace porque vamos a hablar,
quizá, del videojuego más difícil de todos los que desarrolló esta
compañía de software español; cosa que parece harto complicado, dada la
enorme dificultad de todos y cada uno de sus títulos: “Camelot Warriors”, “Army Moves”, “Abu Simbel Profanation”, “Freddy Hardest”…
La historia —mera excusa para liarse la manta a la cabeza y pegar tiros— es la siguiente:
La poderosa Gremla —la exuberante mujer de la portada— dicta los designios, con mano férrea, de todo un planeta. Solo el lugarteniente y renegado Arkos se opone valientemente a la cruenta dictadora. Nuestro protagonista está dispuesto a liberar del yugo a todo su mundo, pero la empresa no será fácil, pues tendrá que enfrentarse a un multitudinario ejército formado por máquinas exterminadoras y grotescos seres.
El videojuego está compuesto por dos cargas, como solía ser habitual en “Dinamic” por aquella época.
En
la primera fase, que se desarrolla en el “Planeta cárcel”, tendremos
que escapar de un complejo de seguridad, penetrar en un peligroso
bosque de abundante vegetación y destruir a un monstruo gigante, cuyos mortales saltos
provocan que incluso la pantalla tiemble. Por el camino, tendremos que
salir indemnes del fuego cruzado, en medio de un frenético escenario
bélico, donde no disfrutaremos, literalmente, ni de una décima de segundo para recuperar el aliento.
Planeta Cárcel |
En
la segunda fase, en el “Planeta Palacio Imperial”, nuestro objetivo
será, valiéndonos de los ascensores del complejo, conseguir hacernos con
unos escudos, sin los cuales no tendremos ninguna oportunidad de
derrotar al malo final del videojuego; y completarlo así con éxito.
Durante
el transcurso de la partida nuestra única ayuda serán los bidones
repartidos de forma aleatoria por el escenario, que podremos destruir
con nuestra arma láser. Los cuales, tras estallar, nos podrán brindar
energía y armamento avanzado; pero también podrán provocarnos una muerte instantánea —punto
negro de este videojuego, pues morir o no, nada tiene que ver con la
destreza del jugador, sino con la fortuna, al menos, en lo que respecta a
los bidones.
Carátula censurada |
Mención especial merece la que es considerada una de las mejores carátulas que ilustró Luis Royo para los 8 bits; la
cual no estuvo exenta de polémica, ya que fue censurada en Inglaterra,
donde ocultaron el pezón que asomaba colocando un logotipo de
la compañía. Algo del todo absurdo e incomprensible.
Este videojuego es un arcade puro, de perspectiva horizontal, cuyo ritmo desquiciado puede doblegar hasta el más diestro de los jugadores.
En el apartado técnico “Game Over” es insuperable. Tiene unos gráficos impresionantes y aprovecha la paleta de colores de una forma magistral. A pesar de que no hay música durante el juego, los efectos sonoros proporcionan la atmósfera adecuada. El scroll es fluido, y no estorba a la acción. Los escenarios son muy vistosos y el diseño de personajes francamente atractivo.
Es
una lastima su exagerado nivel de dificultad. Si no hubiera sido tan
elevado, nos encontraríamos ante uno de los mejores arcades de 8 bits de
la época.
De todas formas, si queréis un emulador gratis y no sabéis cual, mirad este enlace
de los compañeros de Amstrad Esp -uno de los mejores sitios para
saber más del Amstrad y donde podréis encontrar gran variedad de
títulos clásicos y nuevos; sí, la escena retro está viva, aunque cada
vez más parada en el caso concreto de Amstrad.
En caso, de que no sepáis o tengáis alguna duda o curiosidad al respecto, decidmelo en los comentarios, y os aclararé todo lo que esté en mi mano.
En caso, de que no sepáis o tengáis alguna duda o curiosidad al respecto, decidmelo en los comentarios, y os aclararé todo lo que esté en mi mano.
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