"Cowboys & Aliens" tenía todas las papeletas para erigirse como una de las grandes triunfadoras de este año y, con el paso del tiempo, adquirir la aureola de película de culto. Todo, gracias a un excelente plantel de intérpretes -salvo la excepción de la que hablaremos-, un director aparentemente solvente y una premisa original y atrevida. Por eso mismo, resulta tan sangrante concluir que no pasa del aprobado.
El pulp está de moda, y Jon Favreau toma las riendas de este goloso proyecto -otro cómic, aunque menos conocido- con el propósito de demostrar a los ejecutivos, a los espectadores y, quizá, a sí mismo, que hay vida más allá de "Iron Man".
Favreau nos ofrece una película hecha con tanta profesionalidad como falta de brío, que huele a producto alimenticio. Y es una lástima, porque en "Iron Man" -no siendo éste un film redondo- podíamos atisbar retazos de lo que denominaríamos estilo. Mientras que en "Cowboys & Aliens" nos encontramos ante un proyecto impersonal, que podía haber firmado cualquiera de los directores comerciales de Hollywood.
El film está cargado de grandes explosiones e impresionantes efectos digitales; los cuales pueden hipnotizar a los espectadores menos exigentes. Pero el resultado es, como poco, decepcionante. "Cowboys & Aliens" es una cinta de ver y tirar. Nada en ella nos impulsa a pensar que perdurada en el tiempo, como otros clásicos de la ciencia ficción.
El guion es tosco y simple. Hecho sorprendente, estando Damon Lindelof entre los guionistas del film. La dirección es interesante en los momentos en los que la película se nos presenta como una película del Oeste, plagadas de referentes al western americano más clásico y a los mejores Spaghettis Western rodados entre los sesenta y setenta. Pero cuando entran en escena los invasores alienígenas -carentes por completo de carisma y meras comparsas para que los héroes se comporten de forma heroica- la historia se vuelve ridículamente insustancial.
Por desgracia para Harrison Ford, cuando dentro de varios años hablen de sus mejores incursiones en la ciencia ficción, seguirán mencionando la primera saga de "Star Wars" o "Blade Runner"; nadie se acordará de "Cowboys & Aliens". Y es una pena, pues, aunque en su escena de presentación su interpretación se nos antoja algo forzada -costándonos sobre manera aceptar que interpreta a un villano-, a medida que avanza el metraje su interpretación gana enteros y su personaje acaba por convertirse en lo poco rescatable de este fallido film.
Daniel Craig se limita a cumplir, ya que su personaje de héroe solitario, necesitado de redención, es completamente plano. Una pena que nadie sepa sacarle más partido a este actor, quien posee más talento del que le exigen sus directores.
Tampoco se aprovecha la apabullante presencia de Keith Carradine -a quien muchos recordamos por su magnífica recreación de Wild Bill Hickok en "Deadwood".
Lo peor es la interpretación de Olivia Wilde. No es capaz de transmitir nada y parece estar disfrazada de pistolera, en lugar de ejercer como tal.
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