martes, 6 de marzo de 2012

Commando, versión Amstrad CPC 464

Armado solo con un fusil M-60 y unas cuantas granadas. Los enemigos aparecen por todas partes. Tu visión borrosa solo percibe las salpicaduras de sangre de la masacre, las nubes de polvo que acompañan a las explosiones, y miembros amputados, como consecuencia de las granadas que surcan el cielo. Tus oídos apenas son capaces de clasificar la miríada de sonidos que reverbera. Pero por encima de todo, oyes el ruido de las balas y las bombas, así como los alaridos grotescos de aquellos que han sido abatidos y se debaten entre la vida y la muerte. Estás en pleno combate. Tu dedo aprieta el gatillo sin parar mientras el pánico amenaza con dejarte llevar por la histeria. Tienes que seguir avanzando, tienes que exterminarlos a todos, tienes que tratar de sobrevivir, tú solo, contra varios regimientos de tropas enemigas armados hasta los dientes.

Este videojuego es bastante inferior a “Ikari Warriors”, que sería desarrollado, años después, por la misma compañía, la competente empresa “Elite”. Es un videojuego de una endiablada dificultad. En “Commando” se vislumbraban aspectos interesantes, que serían explotados en “Ikari Warriors”. Commando también es una conversión de una máquina recreativa.

Nos encontramos ante un videojuego de ambientación bélica, scroll vertical y perspectiva cenital. Nuestro objetivo será avanzar por el campo de batalla y enfrentarnos a las horas de enemigos que nos salen al paso. Soldados, vehículos, tanques, lanzagranadas, etc. 

Nos movemos en distintos escenarios, como selvas, pistas de aterrizaje, poblados, trincheras, durante 8 fases.

Al final de cada fase, se abre una puerta enorme y de su interior salen multitud de adversarios. Si conseguimos sobrevivir a la avalancha de tropas enemigas, podremos pasar al siguiente nivel.

La calidad gráfica es pobre, los fondos demasiado simples y carentes de texturas. 

El sistema de juego es demasiado rápido y caótico. Aunque los controles son sencillos. Podemos movernos en todas las direcciones, mientras el Scroll nos lo permita. Se puede disparar o lanzar granadas —dejando presionado el botón.

A mí nunca me gustó demasiado, pero fue uno de los pioneros del género. Y sin él, dudo que se hubiese desarrollado uno de mis videojuegos favoritos: “Ikari Warriors”. Y sólo por eso, vale la pena, cargarlo en vuestro emulador, y probarlo.


De todas formas, si queréis un emulador gratis y no sabéis cual, mirad este enlace de los compañeros de Amstrad Esp -uno de los mejores sitios para saber más del Amstrad y donde podréis encontrar gran variedad de títulos clásicos y nuevos; sí, la escena retro está viva, aunque cada vez más parada en el caso concreto de Amstrad.

En caso, de que no sepáis o tengáis alguna duda o curiosidad al respecto, decidmelo en los comentarios, y os aclararé todo lo que esté en mi mano.